Una de las propuestas musicales más serias que vi durante la celebración de los Premios Union Rock Show fue la de MotorFunk. La banda valenciana es sinónimo de lucidez compositiva, rítmica psicológica y experimental y buen manejo en el escenario.
Funk Rock Extremo
Es atrevido que una banda venezolana se invente un nombre tan especifico para definir lo que toca. Mucho mejor es que ese nombre se parezca realmente a lo que tocan. Ciertamente, el funk extremo esta en los arreglos del guitarrista y vocalista de esta prometedora banda. También en la forma de tocar de su bajista. Ciertamente, la propuesta da para ser armónica, escuchable por las masas y aún así, para headbangear.
Guitarra en su sonido más orgánico
Motorfunk respeta el sonido del Funk por la forma en que suenan sus instrumentos. Sin embargo, los arreglos rápidos le dan algo provechoso para la juventud metalcorera de Caracas y voces y letras parecidas a lo que se toca en el este de la ciudad. Sin querer encerrar a estos chicos dentro de algún estereotipo, la alternancia de estilos hacen de su propuesta algo novedoso.
Escena salvaje
A la escena nacional le faltaba un rockstar joven que no tuviera pena de quitarse la camisa, alzar el puño y mover el cráneo al ritmo del espectador. Todo eso sin desafinaciones, sin máximos errores, respetando originales variaciones rítmicas que dan fe de la virtud de esta nueva banda que de mantenerse unida dará mucho de que hablar. Ojala que los jóvenes y las emisoras radiales le den espacio a esta nueva locomotora musical. El bajo de la banda también le añade mucha personalidad al sonido y a la puesta en escena.
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